— ¿Por qué te acercaste a Irene? Ella no es buena, es peligrosa, una mujer vanidosa, orgullosa, calculadora, ambiciosa e hiriente, es del tipo de mujer que no le importa lastimar a las demás si estos no la obedecen, Lidia, mi princesa, no puedes acercarte a ella, ella es mala, alguien tan inocente y delicada como tú no puede ensuciarse al estar junto a una mujer así. —Dijo el príncipe mientras que Lidia trataba de ocultar su molestia al escucharlo hablar.
—He… Bien, entiendo su alteza, pero, ella no me pareció ese tipo de persona, por favor permítame intercambiar algunas cartas con ella para saber un poco más, le aseguro de después de algunas cartas me alejaré completamente de la señorita Irene, si eso es lo que usted desea. —Respondió Lidia ante las palabras del príncipe, quien no podía enojarse con ella.
El príncipe miró a Lidia unos segundos y luego acepto lo que esta le estaba pidiendo, ella tenía permitido intercambiar cartas con Irene, pero solo sería por un corto tiempo, pero claro, eso era suficiente para que Lidia estuviera satisfecha “Tendré que asegurarme primero, pero… Creo que puedo pedir ayuda a la señorita Irene para salir de aquí, ella es la única que se atrevería a enfrentar al príncipe sin miedo” Pensó Lidia mientras que el príncipe extendía sus brazos y la abrazaba. Durante las siguientes horas Lidia quedo sola junto a los escoltas, puesto que el príncipe debía de ir a cumplir con sus deberes, de estudio, guardia y reuniones con los nobles.
—Señorita Lidia, ¿hoy piensa quedarse todo el día en su habitación? —Pregunto Cristian, mientras que Lidia se tomaba una taza de té en su habitación mirando el paisaje desde su ventana.
—Por el momento estaré aquí, quizás después iré a la biblioteca. —Respondió Lidia mientras miraba a Cion de reojo al saber que este y Camila eran sus escoltas más cercanos.
Solo Cion y Camila podían acompañarla de cerca si ella iba a la biblioteca y como esta era tan extensa era la forma perfecta para tener un momento a solas con Cion. “Quisiera poder hablar a solas con él nuevamente” pensaba Lidia mientras que se llevaba la taza de té a los labios y miraba por la ventana, viendo en esta el reflejo de Cion que se encontraba parado detrás de ella a su costado.
[Dos horas después]
—Señorita Lidia, ¿A dónde quiere ir? —Pregunto el caballero femenino Camila mientras observaba a Lidia caminar hacia la puerta de la habitación.
—Iré a la biblioteca un momento Camila, quiero leer un poco. —Dijo Lidia mientras caminaba en dirección a la biblioteca.
Al llegar allí, Lidia sabía que no podía usar nuevamente la excusa de la manta para alejar a Camila de ella, por lo que camino entre los pasillos de la biblioteca y luego escogiendo un libro se sentó a leer, Camila y Cion se quedaron al lado de Lidia escoltándola mientras que Cristian y Mark hacían vigilancia desde el pasillo. Fue entonces que después de algunos minutos leyendo, Lidia se levantó de su asiento y tomando el libro camino nuevamente por los pasillos para guardarlo.
—Camila, Cion… ¿Podrían ayudarme a encontrar algún libro sobre religión y mana? Por favor. —Dijo Lidia mientras parecía buscar en los alrededores.
Lidia sabía muy bien que aquellos dos tipos de libros siempre estaban ocultos en la biblioteca, por lo que era muy difícil encontrarlos “En la novela dejaban en claro que encontrar libros sobre religión y mana era muy difícil de encontrar incluso en el palacio” Lidia recordaba cada detalle de la novela al haberla leído tantas veces mientras había estado en el hospital.
—Claro, señorita, pero, no podemos dejarla sola, creo que es mejor que uno de nosotros se quede con la señorita, Cion. —Camila hablo mirando a Cion mientras que Lidia los observaba en silencio.
—Ve tu Camila, yo me quedaré con la señorita, yo no entiendo mucho sobre esos temas de religión y mana, a nosotros los plebeyos no nos enseñan sobre eso. —Dijo Cion excusándose para que Camila fuera en busca del libro, dejándolo a él y a Lidia solos en uno de los pasillos.
Lidia vio a Camila marcharse en búsqueda del libro que ella le había pedido, mientras que Lidia caminaba a otro pasillo junto a Cion quien la escoltaba “Por fin podemos hablar un poco más libremente” pensó Lidia mirando a Cion de discretamente.
—Lidia ¿Qué libro estás buscando? —Pregunto Cion mientras caminaba a las espaldas de Lidia.
—No busco ningún libro Cion, solo quería poder estar a solas un momento. —Dijo Lidia.
— ¿A solas? —Pregunto Cion mirando a Lidia directamente.
Lidia volteo al sentir la mirada de Cion sobre ella, por lo que se quedó directamente mirándolo a los ojos al voltearse. Lidia dio un paso atrás al ver como Cion la observaba fijamente, haciendo que ella se viera acorralada entre los estantes de libros y el pecho de él “Él… Está demasiado cerca” pensó Lidia sintiendo el aroma a menta que se desprendía de Cion mirando a este directamente a los labios, deseando que él posara esos labios sobre los de ella.
—Cion yo… He… —Lidia no podía formular una sola palabra por los nervios de ver a Cion tan cerca de ella.
Cion miro a Lidia mientras la acorralaba contra el estante “No, no entiendo, no entiendo por qué, pero, por alguna razón… Siento algo muy extraño en mi estómago, mi pecho, yo… Debo estar enferma, estoy… Nerviosa por alguna razón” Lidia miro hacia arriba viendo a Cion a los ojos, dándose cuenta de que mientras más lo observaba más se aceleraba su corazón.
—Hah, Cion… —Lidia se llevó su mano al pecho mientras comenzaba a hiperventilar.
— ¿Lidia? ¿Estás bien? —Pregunto Cion dándose cuenta de que esta parecía algo desconcertada con su propio estado.
Lidia cayó al piso sobre sus rodillas, mientras que Cion la sujetaba por los brazos para que ella no cayera fuerte en el piso “¿Qué me está pasando? Hah… Mi corazón, siento como si fuera a salirse de mi cuerpo, tengo escalofríos, miedo, ansiedad… ¿Qué me pasa?” Lidia levanto su mirada viendo a Cion preocupado mientras que la sujetaba con fuerza por los brazos, la mirada preocupada en el rostro de Cion la hacía ponerse aún más nerviosa, sentir la calidez de las manos de Cion sobre sus brazos la hacía desear más y tener miedo al mismo tiempo.
—Lidia, tranquila, te sacaré de aquí, tranquila, llamaré al médico de inmediato. —Dijo Cion tomando en sus brazos a Lidia y saliendo rápidamente de la biblioteca.
Al salir de allí con Lidia en sus brazos, los demás escoltas corrieron detrás de él mientras este se dirigía a la habitación de Lidia, entrando y recostándola sobre la cama, preocupado por el estado de ella, quien se llevaba las manos al pecho y mordía su labio con dolor.
—Cion… Duele. —Dijo Lidia haciendo que Cion se desesperara.
—¡¡¡LLAMEN A UN MÉDICO AHORA!!! —Grito Cion molesto mientras sujetaba la mano de Lidia, quien se aberraba con la otra mano a la camisa de él.
A los pocos minutos entro Camila con el médico, Camila les exigió a los hombres que estaban en la habitación a que salieran para que el médico pudiera revisar a Lidia, haciendo que todos se marcharan a excepción de Cion, quien era retenido por Lidia que se aferraba fuertemente a la camisa de él.
—Señorita Lidia, soy Alfred, el médico de la familia real, yo trabajo aquí en el palacio, espero que no le moleste que la revise, así que… Con su permiso la examinaré. —Dijo el doctor.
Mientras que Cion volteaba el rostro cerrando los ojos al notar que el médico comenzaba a abrir la parte delantera del vestido de Lidia “Lidia, por favor tienes que estar bien, te sacaré de aquí, te sacaré lo prometo, serás libre, estarás feliz y libre, nunca más nadie se jactará de que eres suya” se decía Cion mientras sentía la mano de Lidia temblar mientras lo sujetaba a él con fuerza.
—Doctor ¿Qué es lo que tiene la señorita Lidia? —Pregunto Camila preocupada al ver el estado de Lidia.
—No es nada grave, solo tuvo un ataque de pánico, es normal que mucha gente pase por este tipo de cosas cuando pasan por una ola repentina de emociones, quizás estuvo bajo mucho estrés últimamente y alguna emoción fuerte desencadeno el ataque de pánico de hoy… Dígame, ¿paso algo inusual el día de hoy? —Pregunto el doctor mirando a las tres personas presentes en la habitación.
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