— ¿Cómo me queda? ¿Te he dejado perpleja con mi belleza? —Dijo juguetonamente Cion mientras sonreía a Lidia.
—Sí, te queda perfecto, te ves muy atractivo Cion. —Respondió Lidia con sinceridad mientras miraba el collar en el cuello de Cion.
Al terminar de entregarle los regalos a los hermanos, Lidia volvió a su habitación sin poder olvidar el rostro de Cion y como esté la había sacado del apuro de aquel día. Cion sujetándola en sus brazos mientras la apretaba contra su pecho y corría con ella para alejarla del príncipe, el olor a menta que desprendía el cuerpo de Cion y como le había quedado el collar que ella le había regalado. “Es realmente atractivo y él lo sabe, tiene un rostro hermoso y un cuerpo con músculos bien definidos, yo… Nunca antes había tocado músculos tan firmes como los de él antes” Lidia estuvo durante horas pensando en todo el tiempo que había pasado con Cion desde que lo había conocido, como él se comportaba con ella, como le sonreía y le alegraba los días con sus locas ocurrencias “Él es mi primer amigo, ¿es normal que me sienta de esta manera verdad? Digo, es mi primer amigo, así que debe ser normal” pensó Lidia mientras abrazaba la almohada y veía la horquilla que Cion le había regalado y que ella cada noche dejaba en su mesa de noche y observaba hasta dormirse. A la mañana siguiente, Lidia se levantó temprano, mucho antes de que Cion se marchara al palacio, por lo que fue capaz de verlo cuando él salía de su habitación.
—Lidia, ya estás levantada, pensé que dormirías hasta tarde hoy, ya que hablamos mucho anoche. —Dijo Cion mirando a Lidia mientras bajaba la escalera al primer piso.
—Yo, me desperté temprano y no pude dormir más, así que me levanté, ¿Tú? ¿Ya te vas al palacio? —Pregunto Lidia.
—Sí, hoy es un día algo complicado, deberemos acompañar a la señorita Irene al festival de caza de este año porque la reina nos lo ha ordenado, llegaré un poco más tarde porque el evento termina como a las nueve, así que… —Cion estaba contándole a Lidia su horario mientras sacaba una manzana del mesón de recepción.
— ¡Espera! ¡¿Un evento de Caza?! —Grito Lidia preocupada.
Cion confundido por el sobresalto de Lidia, dio un paso atrás y frunció el ceño por un segundo mientras la miraba y trataba de tranquilizarla.
—Lidia, tranquila, no es nada, no tienes por qué preocuparte, no es algo grave, el evento de caza se adelantó algunos meses por los invitados extranjeros que llegaron sin avisar este mes, pero… —Mientras que Cion hablaba, el estado de Lidia parecía complicarse más.
Lidia abrió los ojos y palideció viendo el rostro de Cion con la mirada perdida “Es mi culpa, todos los eventos de la novela se han adelantado, eso es porque yo cambie el rumbo de la historia… Durante, durante el evento de caza, ¡No! ¡No puedo dejar que Cion vaya allí!”, reflexiono Lidia mientras que Cion daba un paso adelante y acariciaba la cabeza de Lidia tratando de calmarla.
— ¡No! ¡No vayas! ¡Cion puede ser peligroso! —Dijo Lidia mientras que Cion la observaba.
—Lidia, soy un caballero, es mi obligación cumplir con las órdenes dadas por mis señores y aún más si ellos son de la familia real, de todas formas, no te preocupes, jamás sucede nada grave durante estos eventos, recuerda que soy un caballero, soy lo suficientemente fuerte para defenderme y mantenerme con vida. —Dijo Cion sonriéndole con alegría a Lidia.
Lidia dio un paso adelante y abrazo fuertemente a Cion sin querer dejarlo ir “¡No, no puedo dejarlo ir, no puedo, durante el evento de caza, durante el evento mueren varios caballeros del escuadrón Bronce del palacio, no puedo dejar que Cion salga lastimado, no puedo, no él!” Lidia se aferró a Cion con miedo de dejarlo ir, por lo que él tuvo que hablar con gran seriedad mientras ella lo abrazaba.
—Lidia, vamos Lidia cálmate, tienes que estar tranquila, nada me va a suceder, lo prometo, estaré bien, así que no te preocupes, vamos, déjame ir, no puedo faltar a las órdenes dadas por mis superiores o me castigarán si lo hago, Lidia confía en mí, yo no te mentiría. —Dijo Cion frotando la espalda de Lidia para calmarla.
Lidia levantó su mirada viendo el rostro de Cion y volvió a hundir su cara en el pecho de este, “No quiero que salga lastimado” pensó Lidia, fue entonces que dio un paso atrás y miro a Cion ya resignada.
—Esta, está bien, tienes razón yo, yo no debería estar haciendo este tipo de berrinches, lo siento, pero… Podrías darme el collar que te di un segundo antes de irte. —Pregunto Lidia mirando a Cion.
Cion al ver a Lidia abrió su chaqueta y sacar el collar, el cual se encontraba bajo su ropa, Lidia lo tomo entre sus manos y lo apretó con fuerzas mientras cerraba los ojos y lo llenaba de maná curativa y de defensiva. Para mantener a Cion a salvo “Si no puedo evitar que vayas, por lo menos evitaré que salgas lastimado” pensó Lidia entregándole el collar a Cion quien lo puso en su cuello de inmediato.
—Esto, esto te mantendrá a salvo, yo… No quiero que te lastimes, tú, eres el primer amigo que he tenido Cion así que, por favor, no te lastimes. —Dijo Lidia.
Cion miro a Lidia y acaricio su mejilla con ternura “Ella sigue llamándome así, últimamente sigo pensando en que nunca debí pedirle ser mi amiga, si tan solo hubiera sabido que me sentiría de esta forma hoy en día jamás se lo hubiera pedido” pensó Cion al sentir su corazón palpitar rápidamente al secar las lágrimas de Lidia con sus manos.
—Tranquila, regresaré esta noche sano y salvo, no te preocupes. —Dijo Cion acercándose a Lidia y besando su frente con ternura antes de marcharse al trabajo con una gran sonrisa.
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