Después de escuchar la historia sobre el excéntrico inventor, Terence aceptó de buena gana mi oferta.
—Excelente. Afortunadamente, puedo dedicar dos o tres días a partir de pasado mañana.
—¡Genial!
—Valió la pena esforzarse mucho para poder tomarse unas vacaciones completas.
—Por eso estabas tan ocupado.
—¿No es lo mismo para Ethel?
Él tomó mi mano suavemente.
—¿Te gustaría ir a nuestra primera cita también?
—¿C-cita?
—Sí, cita.
Ahora que lo pienso, según la expresión de Terence, ahora estábamos en una relación en la que estaba siendo seducida.
No había nada extraño en interpretar el acto de dos personas saliendo juntas como una cita.
«Oh, no.»
Estaba tan preocupada por apaciguar al excéntrico inventor que mis pensamientos no llegaron tan lejos.
Además, había hecho cosas junto con Terence varias veces en el pasado, así que esta vez también, sin pensarlo mucho, lo invité a ir conmigo.
«Para Terence, conocer al excéntrico inventor es alguien que le resultará útil en muchos sentidos.»
Pero una cita. De repente, la tensión se extendió por todo mi cuerpo y mis hombros parecieron volverse pesados.
En ese momento.
—… Te presioné demasiado.
Las cejas de Terence se arquearon levemente cuando su voz sonó un tanto hosca.
—Lo lamento. No tienes que preocuparte por lo que dije hace un momento.
En el momento en que vi que la mano de Terence me abandonaba, mi cuerpo se movió más rápido que mi cabeza.
Grité fuerte mientras sostenía con fuerza la mano de Terence.
—¡Hagámoslo! ¡Una cita!
Terence abrió mucho los ojos y pronto mostró una sonrisa como una flor en plena floración.
—Estoy deseando que llegue.
Tardíamente pensé: «¿Está bien?», pero a Terence le gustó tanto que pensé: ¿cuál es el problema?
Con una agradable sensación de suspenso, invité a Terence a cenar conmigo.
Al día siguiente, como estaría fuera por un tiempo, salí del palacio imperial para prepararme en consecuencia.
El carruaje que me transportaba se detuvo frente a un elegante edificio ubicado en una zona céntrica de la capital.
Compañía Minera Lucibiu.
Un cartel claramente nuevo me saludó.
Cuando entré al edificio con el corazón acelerado por alguna razón, alguien me reconoció.
—Estás aquí. ¿Sucede algo?
Era una cara familiar. Kayden.
El ex mayordomo de Cassius, que testificó a mi favor en el juicio de divorcio y ahora es el gerente de la empresa minera Lucibiu.
La Compañía Minera Lucibiu fue fundada por mí no hace mucho y estaba a cargo de temas relacionados con el desarrollo y gestión de minas y la venta de piedras mágicas.
Era difícil para una persona como yo manejar sola la mina Lucibiu, que ha sido el centro de atención recientemente.
Por lo tanto, desde el momento en que regresé a la capital desde el pueblo minero, había estado planeando el establecimiento de una empresa minera.
Durante mucho tiempo se ha dicho que el factor más importante en cualquier trabajo es el talento digno de confianza.
Mientras luchaba porque no podía confiar la gestión de la empresa a cualquiera, de repente me vino a la mente el Sr. Kayden.
—Una empresa minera… Sólo he trabajado para la familia Cassius toda mi vida, por lo que no soy apto para ese trabajo.
—Por eso puedo confiar en usted. Lleva mucho tiempo cuidando de la gran familia Cassius. Estoy segura de que podrá gestionar bien la empresa.
Al principio se mostró reacio, pero cuando le pregunté de nuevo, pareció vacilante.
Entonces, su hijo Joshua le brindó la oportunidad decisiva para cambiar de opinión.
Con las palabras: «Es fantástico ver a mi padre trabajando de nuevo» , el Sr. Kayden aceptó mi oferta y se convirtió en gerente de «La Compañía Minera Lucibiu».
Dado que se estableció recientemente, necesitamos contratar más empleados y hay muchas cosas de qué preocuparse…
—Vaya, la dueña de la empresa ha venido, así que comprenda que solo puedo servirle una taza de té.
Tal como dijo Joshua, su apariencia en el trabajo parecía animada y tranquila.
—No. Es múy délicioso. Gracias.
Cuando agité los brazos y respondí, la persona sentada frente a mí me miró.
—Ethel, ¿podrías venir a visitarme y ver a mi hijo alguna vez?
—¿Sí? Eso significa…
—Esta es la primera vez que dice que quiere conocer a alguien que no sea yo.
—¡Felicidades!
Joshua, que había cerrado su corazón debido a acontecimientos pasados, se ha mostrado reacio a contactar a la gente.
¿Es efectivo el tratamiento recibido en la capital?
—A Joshua le encanta escuchar las historias de Ethel. Siempre me molesta para contarle algo nuevo.
—¿Mi historia?
—Eso es porque fue usted quien enfrentó con orgullo a Cassius, quien había infundido miedo en ese niño.
—No, no fue gran cosa…
—Además, ¿no es gracias a Ethel que el duque se arrepintió de sus errores y cambió de opinión acerca de querer disculparse con Joshua?
No tenía nada que decir en respuesta al aluvión de elogios que siguió, así que simplemente sonreí tímidamente.
—Para ese niño, Ethel es nada menos que una heroína.
Realmente era un título inmerecido para mí.
Después de transmitirle algunas cosas al Sr. Kayden sobre las operaciones de la compañía, no regresé al palacio imperial de inmediato sino que me dirigí a la residencia del Embajador Leok.
Porque había otra buena noticia.
—¡Felicidades Diana!
—¡Gracias! ¡Ethel!
Diana corrió hacia mí y me abrazó.
Cuando me vio, sus ojos se humedecieron como si la emoción la invadiera nuevamente.
—¡Finalmente se acabó!
Diana finalmente logró divorciarse después de un largo proceso que duró varios meses.
Escuché que ganó el juicio de divorcio contra su exmarido y anoche recibió la aprobación del templo.
Nos abrazamos y compartimos alegría como camaradas que habíamos pasado por la misma lucha durante un tiempo.
Dado que mi divorcio terminó siendo negociado, estaba aún más satisfecha con su éxito al ganar el juicio.
Con esto, espero que muchas personas en este país que tienen un rayo de esperanza en el divorcio cobren valor.
Bueno, en realidad, según Sharon, desde que las noticias de mi divorcio comenzaron a aparecer en los periódicos, el número de personas que buscan asesoramiento de ella ha aumentado significativamente.
De ahora en adelante, espero que la oficina de Sharon tenga una nube de clientes.
—Señorita Ethel, permítame agradecerle una vez más.
—No me alcanzará lo que me quede de vida para agradecerle por encontrar a mi hija.
En la sala de recepción de la residencia del embajador, el embajador y su esposa se inclinaron ante mí y hablaron.
—¡No es necesario hacer eso! ¡Solo hice lo que cualquiera haría!
Cuando parecí avergonzada, el embajador se rió.
—En nombre de mi país de origen, me gustaría agradecerte por vender piedras mágicas de la más alta calidad al Reino de Leok.
—Estoy realmente más agradecida.
—Ah, y gracias a la señorita Ethel, también tuve la oportunidad de castigar a ese bastardo.
No hace falta decir que el hombre del que habló el embajador con una sonrisa sombría era el exmarido de Diana.
Ahora que el juicio había terminado, no había motivo para que el embajador y su esposa dejaran la basura que incluso había golpeado a su preciosa hija.
No tenía idea de cómo sería, pero no sentí ninguna simpatía.
Todos trabajaban por cuenta propia.
Después de recibir una cálida recepción en la residencia del embajador, regresé a la villa.
El sol se puso y luego volvió a salir, iluminando el día en que partimos para encontrarnos con el excéntrico inventor.
—No duraré mucho, así que regresa rápido…
Dijo Laura mientras me ayudaba a prepararme para irme.
Tenía que hacer que pareciera que de ahora en adelante me quedaría en la villa.
Sí. Iría en secreto.
El excéntrico inventor ha contribuido en gran medida a la enorme riqueza de Liena y su nuevo negocio no podría funcionar sin él.
Entonces, era obvio que si Liena descubriera que iba a reunirme con el inventor excéntrico, intentaría interferir de alguna manera.
Cuando tenía mucho trabajo que hacer, a menudo me encerraba en mi habitación y no salía, por lo que no parecería gran cosa si no aparecía durante los siguientes dos o tres días.
Aun así, le di a Laura una peluca rosa por si acaso.
Decidí no recordar qué tipo de expresión hizo Laura cuando recibió la peluca.
—Gracias. ¡Cuídate, Laura!
Después de decirle eso a Laura, salí de la villa con Vinetta.
Como Vinetta ya había trabajado con el sistema de seguridad de los Caballeros Imperiales, pude escapar por la puerta trasera del anexo.
Cogimos un carruaje y nos dirigimos a la estación central de trenes de la capital.
Terence nos estaba esperando en la estación de tren.
Dijo que también escapó en secreto del palacio imperial usando un método similar al mío.
Cuando llegue el momento, Jack imitará a Terence.
Considerando la situación de Laura y Jack, no pude evitar reírme. Nunca pensé que se verían tan similares.
«Lo siento por los dos. Los ayudaré con el dinero que gane.»
Terence, que ya había terminado de emitir los boletos, me tendió la mano mientras yo murmuraba esto en mi corazón.
—Ahora, ¿nos vamos?
Fue el comienzo de un nuevo viaje.
* * *
Palacio de Mikhail.
—El trabajo es fácil.
Liena, sosteniendo una bandeja con una taza de té, entró en la oficina de Mikhail.
Mikhail, que estaba mirando documentos en su escritorio, miró a su amante.
—¿Qué té es este?
—¡El té medicinal que estoy desarrollando estos días!
—¿Qué té medicinal?
—Existe tal cosa. Es todo para ti.
—Gracias. Lo beberé bien.
Liena, que imaginaba felizmente el rostro conmovido de Mikhail que vería más tarde, miró los documentos que sostenía.
—¿En qué estás trabajando?
—Oh, estaba investigando ese plan de negocios del que hablabas antes.
—¿No es asombroso?
—Este es un proyecto que, si se realiza, cambiará el Imperio Asteroth y, de hecho, el mundo. Sin embargo…
La expresión de Mikhail se ensombreció.
—Este mago llamado Kais, ¿no sería mejor traerlo al palacio imperial? Dado que el interés es una parte fundamental de nuestro negocio, debemos asegurarnos de protegerlo.
—Yo sé lo que quieres decir. Pero no te preocupes.
—¿Por qué?
—Kais es un excelente mago. Nadie puede hacerle daño fácilmente.
—Pero si es tan bueno, los demás también lo notarán.
—Está bien. No hay manera de que se salgan con la suya.
Liena dijo con confianza.
—Porque incluso después de trabajar duro durante más de diez años, todavía no me he ganado por completo el corazón de Kais.
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