La vida de Elaine era un camino complicado, para ser una simple niña de 4 años, edad en la que perdió a sus padres y quedó al resguardo de su tío. No obstante, había un pequeño inconveniente… El tío era un Rey conocido por su crueldad.
«Querida hija mía, ¿por qué no juegas con tu prima Elaine?»
«Sí, papá».
Por supuesto, Elaine ni siquiera era considerada como un ser humano, sino, una muñeca en el palacio del Reino Aster, que se movía como un títere de acuerdo a la voluntad de los demás, pero no tenía elección. Tuvo que vivir así hasta cumplir los veinte años.
Después de una vida llena de acoso y sufrimiento, con demérito, el tiempo vuelve atrás a cuando era tan solo una niña inocente, esperando poder cambiar su cruel destino.
‘¿Qué? ¿Por qué estoy aquí y…? ¿Siempre había sido tan pequeña?’
En ese momento, recuerda uno de los acontecimientos más importantes y que dieron un giro en su vida anterior. Su prima, la Princesa de Aster, es tomada como rehén del Imperio Benedict, como compensación de la guerra, a lo cual, el Rey correspondió golpeándola casi de muerte, como si hubiese sido la culpa de Elaine el que se hayan llevado a su hija. Pero ¿esta vez podría ser diferente?
‘Muy bien, solo tengo 4 años, así que primero miremos alrededor y veamos qué podemos hacer’.
Aunque no había garantía de que las cosas salieran de acuerdo a su ideal, no le quedaba de otra más que intentar con tal de poder sobrevivir. Elaine ya había tomado una desición, qué más podría pasar si el verdadero infierno lo experimentó en ese palacio en el que ya se encontraba.
«Sí, ahora lo veo todo claro. ¡Me convertiré en la rehén del Imperio!»
Haciéndose pasar por su prima, la verdadera Princesa de Aster, es capturada y llevada al Imperio Benedict, con la esperanza de poder cambiar su futuro, o al menos, no tener que volver a presenciar las catástrofes de su vida anterior.
Lo más inesperado llega después de que es llevada al Imperio, tras su salida del Reino de Aster. Si bien su tío, el Rey, no era para nada grato, el Emperador, con quien vivirá a partir de que se convirtió en rehén y ‘la flor del palacio imperial’, es conocido por ser un hombre de sangre fría que corta sin piedad la cabeza de sus enemigos.
Aunque la pequeña Elaine no es sólo adorable, también tiene el conocimiento de su vida pasada, lo que la ayudará a permanecer en el Imperio, pero no solo como una simple rehén. Siendo la persona más joven en conocer todos los secretos del Reino de su tío, le será de ayuda al Emperador y no sólo eso, se ganará su favor por una buena causa, ¡su supervivencia!
Una calidez que jamás llegó a sentir antes. La atención y los detalles. Por primera ocasión, tenía sentimientos de alegría que no había llegado a experimentar, pero ¿cuánto duraría esa felicidad?
«Lleven a la Princesa Elaine al Imperio Sagrado, son órdenes de Su Majestad».
El Imperio Sagrado, donde gobierna el Papa según la palabra del Emperador y al cual, solo existen dos razones para ser llevado ahí: Por juicio de un crimen, o por la renegociación del Reino Aster, lo que significaba que en cualquier circunstancia, las cosas no salían a su favor, o al menos eso pensó.
«La joven dama ha llegado».
‘¿Por qué me trajo aquí? Espero que no sea lo que estoy pensando’.
Sin más, tanto Elaine como su tío son llevados a una audiencia con Su Santidad y Su Majestad, pues se había descubierto el hecho de que no era una verdadera Princesa, pero se dice que donde hay oscuridad, siempre puede haber un rayo de luz.
«Esperen, entonces, ¿Elaine no es hija del Rey Aster?»
«Así es, Su Majestad».
«Por lo tanto, no habrá problema si decido adoptarla».
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